Débora Mazur. Acerca de la materia

Sin dudas, un viaje lleno de descubrimientos e hipótesis personales reformuladas.
Puedo afirmar que de cada clase abordada he obtenido frutos que han contribuido tanto a la deconstrucción del posicionamiento político docente que tenía formado previamente_ desde el rol de educadora que he venido ejerciendo desde hace algunos años_, hasta la construcción de uno nuevo sobre bases sustentadas en el conocimiento.
Desarrollar una nueva mirada en torno a cuestiones esenciales del quehacer docente y que comporta una actitud responsable frente al mismo.
Pensar la escuela desde sus orígenes para comprender también su presente, desandar su recorrido histórico teniendo en cuenta su posición como variable de los vaivenes sociales, económicos y culturales.
Concebir a la institución, de acuerdo con lo trabajado en nuestras clases, desde una perspectiva relacional, tomando en consideración que se encuentra atravesada por el devenir social.
En ese sentido, es fundamental conocer la totalidad de los factores que pueden tener influencia en el ámbito educativo, algunos de los cuales pueden permanecer ocultos para la mayor parte de la sociedad.
De este modo, correr el velo es esencial.
En esa línea, y por su inminente actualidad rescato particularmente el revelador documental sobre el devastador neoliberalismo.
Asimismo, considero de lectura indispensable el texto que echa luz acerca de los efectos del consumismo en tanto generador de desinterés por la cultura en la gente.
El mismo además aborda un punto clave a nivel educativo en nuestros sistemas de gobierno: la necesidad de las democracias, según postula, de una ciudadanía con conocimientos limitados, a fin de evitar la formación de detractores.
En tanto, desde mi rol de docente ya en ejercicio, y en particular en los contextos de pobreza y exclusión en los que me desempeño, considero menester tener como norte constante en mi tarea, los conceptos de educación como derecho, la igualdad, y el deseo siempre latente de lograr, desde mi humilde lugar, una escuela y una sociedad como las que soñó Simón Rodríguez.

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